miércoles, 19 de septiembre de 2012

TESTIMONIOS, EXPERIENCIAS DE VIDA DE LAS PERSONAS DEL SECTOR

 Son vivencias e historias que están en el subconsciente imaginario y comunitario de la gente del sector. Estos fueron extraídos del libro:

"PROYECTO DE REFORZAMIENTO DEL APRENDIZAJE".
HISTORIA LOCAL E IDENTIDAD CULTURAL

Ejecutada esta iniciativa en el sector mediante el programa "Contigo Aprendo" del Ministerio de Educación año 2006 y donde participaron como monitores locales MARIELA y JAVIER COYAN QUINTUL.

 I. PIEDRA DE TRANKAWUIN.
TESTIMONIO DE AVELINA QUINTUL LLAITUL, de 78 años, hija de la machi ISOLINA LLAITUL MARICHEO.
"Mi abuela TAFI fue la primera en ir a pedir remedio a la piedra de TRANKAWIN que tenia forma de un corredor. A la llegada había un laurel grueso al que tenían que pedir permiso para entrar, contaba mi mama, y al momento de pedir permiso le respondía la voz de una anciana desde dentro de la roca, pero solo la escuchaban mi abuela y mi mama porque ellas tenían un don especial. En esos tiempos era un monte tupido, era solo una huella, para llegar a la piedra era muy difícil, las personas tenían que ir con mucha fe y no burlarse, el que lo hacia o pisaba las raíces del laurel se le hinchaban los pies.
Al momento de pedir por la salud de los enfermos, se hacia un sacrificio, se faenaba un cordero negro o una gallina negra, luego se realizaba un coyawtun y se pedía por el bienestar del enfermo, por último se rociaba al enfermo con el agua bendecida que brotaba de la piedra".


II. ROGATIVA DE PULURRUKA EL AÑO 1957.
Testimonio de FELICINDA PANGUIL de 82 años.
"Recuerdo que participe a mis 28 años a esta rogativa, la que ha tenido gran significado para mí ya que ahí se anunciaron cosas que hiban a suceder mas adelante como las plagas y enfermedades en las siembras y en las personas, todo eso a ocurrido ahora.
Esta ceremonia fue encabezada por el LONKO JOSE DEL TRANSITO NEIPAN, la machi ISOLINA LLAITUL y el ayudante JOSE CALFULAF.
Allí participaron alrededor de 100 personas entre mujeres, hombres y niños, y duro tres dias. Se hacían sacrificios de animales (corderos y vacunos), compartian la comida entre todos los que asistían ya que todos aportaban.
Estas rogativas se hacían para pedir al CHAU DIOS que traiga buenas cosechas, para que no se terminen los remedios caseros naturales, la buena crianza de los animales y salud para las personas.
También se realizaba el rito llamado "romance mapuche" donde participaban las mujeres y los niños, esto se hacia en la ruka al lado del altar y era dirigida por la machi, la que cantaba y danzaba pidiendo por los asistentes".



III. EL VIEJITO BASTON DE ORO.
Historia contada por JOSE COYAN CALFULEF de 78 años, y adaptado por Javier Coyan.
"Cerca de la casa, hay una altura de tierra donde segun los antiguos hay enterrado un tesoro de plata y oro, que habria sido dejado ahi por los españoles.
Dicen que el tesoro es custodiado por un ancianito vestido entero de oro, hasta sus dientes son de oro, tambien su baston.
Y se cuenta que en los atardeceres de invierno y en aquellas noches lluviosas el camino cercano se pone pesado para las personas que pasan por alli, se escuchan ruidos de tropel de caballos y tambien el ruido de una rueda de carreta que no avanza ni aparace nunca por el camino.
Dicen tambien que aveces el tesoro se encuentra casi a raz de suelo, entonces aparecen llamaradas de fuego por la noche y es ahi donde algun valiente debe atreverse a sacarlo.
Actualmente la unica huella explicita es un agujero en el lugar, dejado por algun o algunos que se atrevieron a desafiar al viejito, pero que no se conoce ningun testimonio de ello.
¿Se imaginan quien pude ser el viejito baston de oro?


IV. LA CUESTA DEL DIABLO.
Historia contada por ANA PANGUIL CAIGUAN.
"Contaban mis padres que antiguamente, esto era un monte muy cerrado, con un camino muy estrecho. Cuando pasaba gente al anochecer le salian los duendes al camino con forma de niños traviesos. Estos atajaban a la gente segun se decia, los que tenian espiritu malo.
Si hiban a caballo le sujetaban la rienda al caballo y hacian bajar al jinete, les quitaban sus pertenencias y les ponian obstaculos en el camino, como murras, arbustos , para que la persona no pueda salir de ahi, mientras ellos se burlaban y reian, asi lo mantenian durante toda la noche.
Al amanecer desaparecian los duendes y el camino permanecia despejado para que el viajero continue su trayecto".





















   

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